El Amor verdadero…

“No conocemos el verdadero amor, hasta que el amor de Dios no llega a nuestras vidas…”

El amor, en sus primeras manifestaciones es un sentimiento hermoso capaz de sorprendernos y de alentarnos a ser mejores personas. Es una fuerza increíble que logra derribar barreras… cruzar puente y mares…  y todos lo vivimos cuando nos enamoramos y avanzamos en la primavera de nuestras vidas…

Pero hay algo más profundo y transcendente también con el amor, el verdadero amor… y en la Palabra de Dios encontramos mensajes muy claros sobre esto también.

 “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es amor”. 1 Juan 4:7

El verdadero amor proviene de Dios y se encuentra dentro de todos nosotros. Lo que debemos hacer es “activarlo” y extenderlo a los demás de la misma manera que Nuestro Padre nos lo ha extendido a cada uno de nosotros y tal y como Jesús nos vino a enseñar cuando estuvo aquí en la tierra.

Jesús amó a todos con un amor que es conocido como amor “ágape” y que es el que se siente por todas las personas sin que tengamos ningún vínculo de sangre o atracción física… Es ese amor el que Dios nos pide que tengamos por los demás porque es ahí cuando en verdad demostramos que el Señor vive en nosotros.

Desafortunadamente, en la sociedad y en los medios solo se nos enseña del tipo de amor que tiene que ver más con placeres y deseos. Este tipo de amor está ligado a la atracción física y no es malo, y en el marco correcto, es lo que nos permite formar pareja y constituir una familia y disfrutar de ello…  Pero podemos pasar al siguiente nivel ya que un amor que depende solo de las emociones y sentimientos no perdura mucho en el tiempo.

El verdadero amor no es sólo un sentimiento, emoción o atracción física, sino que también es una decisión. Las emociones o sentimientos pueden pasar o cambiar, pero cuando el amor se asume como una decisión, es cuando en verdad permanece sin importar las circunstancias que vengan.

¿Quién nos demostró que el amor verdadero es una decisión?

Dios, al darnos a su único hijo y dejar que muriera en la cruz por nosotros. Jesús, al ser obediente a su Padre y cumplir con su Propósito y al morir por nosotros y demostrarnos con un acto tan importante, que nos amó de verdad. Si sólo hubiera sido emoción o sentimiento no hubiera logrado pasar por todo eso que vivió. Fue su Padre quien lo ayudó a no flaquear y le recordó en todo momento que nos debía enseñar a amar. Fue su muerte el más grande acto de amor que nunca nadie ha hecho ni hará por nosotros. En Dios se encuentra la fuente del amor y en Jesús el modelo del amor verdadero.

“Nosotros amamos porque él nos amó primero.” 1 Juan 4:19

Dios nos amó primero y nos escogió aun sabiendo todas nuestros errores y debilidades. Por eso mismo, nosotros debemos amar a nuestro prójimo porque ahí se demuestra que el amor de Dios vive dentro de nosotros. Es así como el Señor seguirá perfeccionándonos en el amor y como Él continuará viviendo dentro de nuestro ser.

Al practicar este amor que Dios nos pide, no temeremos más de todo aquello que en este mundo se nos presente y nos quiera desalentar. Es de humanos que reaccionemos con temor ante ciertas situaciones, pero no debemos permitir que esto nos paralice. En cuanto sientas que el temor te invade, corre a los brazos de tu Padre y recibirás de él la paz y fortaleza necesaria. 

En 1 Juan 4:18 nos dice: “En el amor no hay temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor”.

Quien ha experimentado el amor inagotable que Dios derrama sobre todos sus hijos, sabe bien que el Señor de todo lo librará y que no habrá situación que no vaya a tornarse de bendición para lograr así que Dios siga cumpliendo las promesas que nos ha dado.  

Dios, te pedimos que tu amor se manifieste en nosotros todos los días de nuestra vida, lo sigas perfeccionando y lo podamos compartir como un reflejo de Tu gran AMOR por nosotros.

Mary y Daniel Diaz

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *