Un día muy significativo…

Cuando llegamos a esta gran nación – Estados Unidos –, poca idea teníamos del día de “acción de Gracias”, salvo que habíamos visto en la televisión que el presidente en esos días le perdona la vida a unos pavos… Pero, hoy nos damos cuenta de que para Estados Unidos, en algún sentido, pasa a ser una de las festividades de mayor impacto a nivel familiar, como un día de agradecimiento a Dios a nivel nacional.

¿Y todo esto por qué?

El Día de Acción de Gracias es una festividad que se celebra principalmente en Estados Unidos y Canadá. Su origen se remonta a 1621, cuando los peregrinos de Plymouth compartieron una comida de cosecha con los nativos americanos Wampanoag como muestra de agradecimiento por la abundancia recibida y la ayuda brindada por los nativos para sobrevivir el duro invierno. Esta celebración se ha convertido en una tradición anual para expresar gratitud a Dios por las bendiciones recibidas a lo largo del año.

Muchas razones para estar agradecidos.

Y por supuesto, nosotros, como cristianos, le sumamos a esa significativa tradición del Día de Acción de Gracias también la oportunidad para reflexionar sobre las innumerables bendiciones que Dios nos ha otorgado. La Biblia nos enseña a ser agradecidos en todo momento, reconociendo que todo lo bueno proviene de Dios (Santiago 1:17). Este día nos invita a recordar la gracia y el amor de Dios en nuestras vidas, y a expresar nuestra gratitud no solo por las bendiciones materiales, sino también por el amor, la familia, la salud y la salvación que hemos recibido a través de Jesucristo.

Pero hay algo mayor…

Para nosotros como familia, junto a mi esposa Mary, nuestra hija Mickaela y su esposo Ryan – y en este año en particular contando con la visita de mi hermana-  el mayor motivo de agradecimiento que tenemos es por el privilegio que Dios nos ha dado de ser parte de Su misión entre los pueblos y naciones. Jesús nos llamó a ser sus discípulos y ser testigos «hasta lo último de la tierra» (Hechos 1:8), y al participar en esta misión es un honor y una responsabilidad que debemos valorar profundamente.

A través de nuestras acciones y estilo de vida, podemos compartir el amor de Dios y su mensaje de “buenas noticias” con aquellos que aún no la conocen. Este Día de Acción de Gracias, recordemos que nuestra mayor gratitud se debe a la oportunidad de servir a Dios y ser instrumentos de su paz y amor en el mundo, teniendo una gran buena noticia que compartir: “Que Jesús es el camino, la Verdad y la Vida…” y que “Conoceremos la Verdad, la Verdad, nos hará libres”.

Daniel Díaz